domingo, 2 de mayo de 2010

Falleció el impulsor del espíritu olímpico

Quizás sea el español que ha tenido más influencia e importancia a nivel mundial, Juan Antonio Samaranch falleció el pasado miércoles 21 de abril en Barcelona a la edad de 89 años tras haber ingresado el domingo 18 en un hospital de la ciudad condal con insuficiencia cardiaca aguda. Como todo ser humano, ha tenido sus defectos y virtudes pero nadie puede poner en tela de juicio su universalidad.

El impulsor del olimpismo fue Pierre de Coubertin (1896-1925), pero el más influyente fue Samaranch que salvó y modernizó el movimiento, pero además logró con su carisma, gran habilidad y poder astutamente administrado que su ciudad, Barcelona, fuese elegida como sede de los Juegos Olímpicos de 1992. Este acontecimiento hizo que cambiasen muchas cosas pero particularmente al deporte español que provocó un despegue increíble. E incluso ya en 2005, actuando ya como presidente honorífico, luchó en Singapur por la candidatura de Madrid2012, pero un error en el voto de un miembro griego del COI lo estropeó todo.

Hizo tanto por convertir el COI en un organismo universal, que por algo fue el presidente más querido en China, en los antiguos países del Este y en muchos otros sitios. Modernizó e hizo una amplia reforma en la Carta Olímpica, acabó con el ‘amateurismo’ y profesionalizó los Juegos dando entrada a los atletas, la participación de las mujeres también fue muy importante. Además, acabó con los boicoteos existentes entre los países anglosajones y los antiguos países soviéticos por la Guerra fría. Y también redujo bastante la alta corrupción que existía en torno a los Juegos.

Samaranch nació el 17 de julio de 1920. Proviene de una familia acomodada de la burguesía catalana. Cuando llega la Guerra Civil, él ya con 16 años ya tiene las ideas muy claras. Una vez acabada la guerra está en el bando de los vencedores y durante la dictadura es de tendencia franquista, pero ya desde 1955 estuvo vinculado al mundo del deporte, que era su gran pasión. De 1977 a 1980 estuvo como embajador de España en Moscú. Cuando en 1980 es elegido como presidente del COI, los países anglosajones lo criticaron bastante por ser un español que acababa de salir de la dictadura y por su pasado franquista, pero al final consiguió solventarlo.


Su última gran batalla fue en 2001 cuando dejó la presidencia del COI también en Moscú, donde empezó todo. Pero antes de dejarlo lo dejó todo en orden y para que todo funcionase bien. Se ha ido una persona que para España fue fundamental sobre todo en el tema deportivo y para el mundo entero un referente. Se fue el forjador del espíritu olímpico y para todos quedará en la memoria para la eternidad.

No hay comentarios:

Publicar un comentario